Te clave los dedos en los brazos y solo escuche decirte "siempre serás mi princesita…"
El corazón latía rápido, mi cuerpo repetía incesantemente escalofríos premeditados.
Tú me tenías sujetada por la cintura, ambos jadeábamos y nuestros labios juntos desobedecían las ordenes de nuestra moral.
Un golpe bélico distrajo nuestra pasión y me estrujaste contra tu pecho frenéticamente, fue entonces que divise en lo profundo de tu mirada la ironía de tu amor
Tú me tenías sujetada por la cintura, ambos jadeábamos y nuestros labios juntos desobedecían las ordenes de nuestra moral.
Un golpe bélico distrajo nuestra pasión y me estrujaste contra tu pecho frenéticamente, fue entonces que divise en lo profundo de tu mirada la ironía de tu amor
Estaba atrapada me tenías sujetándome por la cintura y yo estaba aferrada de tus manos heladas que lastimaban mi vientre.
Mi mirada en una excitante propensión a marchitarse se aferraba a ti con una oscura lagrima que se elevaba por los aires, derrotando la ley de una gravedad inexistente, y te repetia en el oido lo mucho que aun te deseaba.
De repente timoratamente solo me soltaste y me sumergiste en el mar lleno de un acido de olvido.
Yo solo Grite y contraje mi cuerpo luchando por mi vida, era desesperante amar tus brazos y tener que soltarlos para que me dejasen vivir, pero aplicabas toda tu fuerza mientras yo me sostenia con la fuerza de un recién nacido, aferrándome a la vida, pero no osaste compadecer ante aquel ataque y me arrojaste ante un mar incierto que esperaba mi llegada.
Te miraba atónita mientras caía a un mar lleno de ácido hirviendo y recordé el sabor de tus labios, un sabor subliminal de miel y hiel que se combinaron por primera vez en mi boca cuando en aquella madrugada reviviste mi vida, pero ahora el escenario se había tornado trágico estabas lleno de una iniquidad impresentable y el sabor en mis labios era diferente estaba cubierta de dolor y solo sangraba derritiéndome…mientras mi memoria hacia los últimos intentos fallidos por remembrar la dulzura que tus ojos antes me regalaban.
El agua acida tapo mis ojos y mi rezo infinito se perdió por entre las olas y solo escuche decirte… "siempre seras mi princesita"...