Alma de Poeta

Una figura pequeña, Delgada e intocable vestida de color carmesí, de tez blanca y ojos negros que dejaba bajo un mundo de serpientes enroscadas su mirada tibia, caminaba con una ligera propensión a marchitarse.

Ella iba directo a aquel lejano autobús, viejo vocinglero y  ciclópeo, lleva de la mano a una inerme criatura que al igual que la madre tenía tez blanca y dos enormes ojos negros  brillosos y a la vez hirientes.

 Llevada en brazos de la madre esa pequeña criatura fue llevada a la parte final del auto, se ubicaron en los asientos posteriores y  junto a ellas, un hombre esotérico miraba con ojos inquietantes a la pequeña niña, ambos se conectaban en un trance eclíptico  a través de las miradas.

La diminuta mujer miraba con recelada mirada al hombre… este penetraba incesantemente los ojos de la niña y a través de una carnaval de muecas llamaba la atención de la pequeña que había pacificado sus inquietantes ojos para poseerse en la mirada del hombre.

“…confusos e irreversibles ojos negros me delatan una vida llena de dolor… y de arte” balbuceo el hombre...Esa misteriosa connivencia entre ambos había asustado a la mujer y la frase que el hombre rechino hizo que de un salto premonitorio cubra a su hija entre sus brazos como protegiéndola de un dolor lejano.

¡oh por favor” no se atemorice gruño el hombre …”soy vidente” dijo con una voz ronca y muerta,( como si le estuviese entregando la vida a la propia muerte)… soy vidente y he visto en los ojos de la criatura que ella será algo grande, el destino le tiene preparado algo que la involucrara al arte… La hará gemir y gritar pero la apasionara…

El hombre callo y perdió sus ojos entre las nubes…

 ¡Que más !...Grito enfurecida la mujer!

 ¡que me oculta!

 El hombre la miro con ojos suplicantes y le pidió que no lo obligara a murmurar más…

Pero la mujer insistió y este solo atinó a decir algo timorato…

”su fuente de inspiración, aquella con la que amasara todos los pensamientos impregnados en la cabeza, será el dolor… SU PROPIO DOLOR”

Todo estallo alrededor y aquella niña solo atino a reír…