La luz al final...

Desolada salí a pasear por las funestas calles de aquel antiguo lugar.

Sentía mi palpitar denso haciéndose cada vez mas doloroso, mi cuerpo advertía que el día había llegado.

No supe como ni cuando pero aparecí en aquel cuarto recordando pasajes de mi niñez. Estaba asustada pero la curiosidad invadió mi alma, testaruda seguí aquel recorrido dejandome llevar por mis inquietantes instintos.

Todo estaba tan oscuro que cada paso que daba era exitante pues no sabia a donde me llevaría con exactitud, aunque en mi cabeza conocía perfectamente cada centimetro del espacio que estaba recorriendo. Camine, tanteando sigilosamente cada uno de mis pasos, sostenía mi cuerpo con las manos que sentían texturas tan perfectas como mi tacto las recordaba.

Al final del pasillo una sombra recorrió frente ami todo el cuarto, sentí como delgadas y débiles agujas penetraban cada uno de mis poros, mas la vida ya había ofrecido y ya no existía vuelta atrás.

Aquel cuarto sagrado se convertía en mi santuario, en mi lecho de muerte, cada uno de mis actos definian mi destino.
Llegue al punto máximo de mis sentidos cuando observe sus tristes ojos que me trataban de explicar algo... el ya no lloraba, y lo sabia porque ahora una luz refleja toda su oscuridad, sabia que no debía seguir torturandome, sabia que el jamas volvería porque formaba solo parte de mi pasado... pero a quien mentía esas imagenes se reproducían una y otra vez y veía nuestros rostros inciertos pidiendo volver...
Un grito estallo tras de mi... "oh! no por favor" grito. con tanta fuerza que me empujo hasta tirarme al suelo. Fue cuando entendí todo... el se había ido.. "no te vallas papa... he recorrido este camino incierto por ti..." gimió la voz a duras penas.

Una niña de 5 años reflejaba mi niñez y le decía la ultima frase del adiós... TE AMO PAPA QUEDATE...